Media hora...

10:26 de la mañana, llegas y saludas con la misma frialdad con la que me hablas por teléfono, comienzas a buscar tus cosas, algo de ropa, zapatos, tu perfume (que tanto me gusta), el cepillo de dientes, ropa para dormir.... ayer comentaste que vendrías por tus uniformdes del trabajo, sin embargo creo que te los has olvidado.
He querido saber si te quedarás en casa de tu madre, tu respuesta fría y tajante, si!
No quiero vivir más contigo, no aguanto! No debería sorprenderme, pero sigo sin esperarme estas respuestas, sigo sin hacerme a la idea.
Hoy me he dormido a las 4 y algo de la mañana, sin parar de llorar, estrañandote y recriminandome todas las estupideces que hice para alejarte de mi, solo del miedo de estar sola no podía conciliar el sueño. Entre lágrimas te pido que no me dejes sola, que podemos estar separadas, pero que vivir sola me aterra, pero te quejas de mi comportamiento, dices de nuevo estar harta.
Y aunque entiendo que no podamos seguir juntas, me duele demasiado.
10:42 de la mañana, hablamos muy por encima del abogado, del piso, de las cosas, dices que no me dejarás tirada, que intentarás venir alguna vez, que hablaremos y que cuando estemos mas calmadas, dispondremos de las cosas.
10:58 Te has ido...
No paro de llorar, las lágrimas no han dejado de salir desde que te he visto entrar, no me imagino la vida sin ti, estoy mal y no quiero esto...
Aún cuando mil veces he pensado que es lo mejor, incluso me creía fuerte, ahora se que todo eran palabrerías. Ahora se que nada de eso importa.
Nada me importa, ni me merece la pena, que hago ahora sin tí?
Que hago aquí sin tí?